SAUBER: EL AMIGO AMERICANO.
Sauber es uno de los equipos más complicados de analizar por su pretemporada: Algunos ensayos mostrándose extremadamente competitivos se combinan con otros días de tiempos mediocres y lastrados con algunos problemas de fiabilidad (a pesar de lo cual han logrado ser el tercer equipo que más ha rodado en los ensayos, tras Ferrari Y Red Bull). El futuro desarrollo del coche es toda una incógnita, ya que Sergio 'Checo' Pérez es novato en la categoría, su compatriota Esteban Gutiérrez, piloto probador del equipo, también es novato en F1, y los galones de jefe de equipo los toma en esta temporada el nipón Kamui Kobayashi, que disputa en 2011 su segunda temporada completa en la Fórmula 1, y sobre quien recaerá principalmente la labor de desarrollo.
Así que Sauber presenta el plantel de pilotos más joven del Mundial. Y su nuevo coche parece ser una copia del mediocre diseño (sobre todo en cuanto a fiabilidad), del año pasado. Sin embargo, esta apreciación se debe más a que la decoración sigue el mismo esquema que a otra cosa. El equipo ha cambiado su director técnico (labor que ahora realiza el británico James Key, procedente de Force India ya el año pasado), y el suizo Christoph Zimmermann ha diseñado un coche con una delantera completamente remodelada y más afilada, unas entradas laterales de aire de nuevo cuño, y un pontón de formas más suaves, por describir brevemente el aspecto exterior del coche. James Key ya colaboró en reforzar al mediocre C29 del año pasado, y parece que el C30 se ha diseñado partiendo de él, con el fin de hacerlo más rápido y consistente.
La temporada pasada Sauber se pasó todos los entrenos rodando rapidísimo, pero nos la dio con queso, ya que eran tiempazos de cara a la galería con cargas mínimas de combustible para tratar de buscar patrocinios. ¿Han hecho lo mismo este año? Bueno, este año no han sido tan extremadamente competitivos en cuanto a sus tiempos, y además tiene las espaldas bien cubiertas gracias a Sergio Pérez: De los nueve patrocinadores "Premium" con que cuenta el equipo, nada menos que seis provienen del mejicano, y del entorno de su multimillonario compatriota, Carlos Slim (el hombre más rico del mundo, según Forbes). De todas maneras Pérez no es un piloto de pago cualquiera. A pesar de que sus patrocinadores pesan muchísimo, el mejicano tiene un gran palmarés en categorías inferiores (subcampeón de la F3 británica tras Alguersuari, y de la GP2 el año pasado tras Maldonado), así que habrá que estar atentos a su desempeño. Con el permiso de Paul Di Resta, pienso que puede ser el mejor novato del año. Y si ponemos la máquina de pensar maldades a funcionar, cualquiera pensaría que Peter Sauber ha fichado a Esteban Gutiérrez para intentar retener los millones de Carlos Slim por si Sergio Pérez se marcha a otra parte al finalizar la temporada (Pérez forma parte del programa de desarrollo de pilotos de Ferrari, y no son pocos los que le colocan como sucesor de Felipe Massa en un futuro nada lejano).
James Key parece ser el hombre clave en la elaboración de un coche que parece tener unas ciertas garantías en cuanto a prestaciones. Ahora toca a los pilotos demostrar su buen hacer. Si Kobayashi templa los nervios y no se empecina en lograr la fama a base de tortas, su agresividad, falta de respeto a los rivales, su genuino talento y buen pilotaje pueden llevarle lejos. A menudo acostumbrado a pasar a sus rivales utilizando partes de los circuitos jamás consideradas como punto de adelantamiento, si este año el Sauber funciona, puede ser un gran año. Y si Pérez no se obsesiona en superar a su compañero a las primeras de cambio, puede convertirse en una buena máquina de recolección de puntos. Sin embargo, las probabilidades de que esto no suceda son al menos tan amplias como las de que sí suceda. Arriesgado es analizar Sauber, como ya hemos dicho…
TORO ROSSO: VIENTOS DE CAMBIO (PERO TODAVÍA NO, SUPONGO).
La estabilidad es la característica más remarcada dentro de Toro Rosso en el paso de la temporada anterior a la que se nos viene encima. Se mantienen los pilotos, el grupo directivo, prácticamente todo el personal. ¿Calma total? Ni hablar del peluquín. Los gerifaltes de Red Bull están como locos por meter a pilotar al australiano Daniel Ricciardo, y lo harán antes o después. Y tengo dos teorías al respecto: O bien lo hacen a final de temporada, subiendo a Red Bull al piloto que mejor lo haya hecho en Toro Rosso este año, de manera que éste sustituya a Webber, y Ricciardo ocupe el segundo asiento en Toro Rosso, o bien si alguno de los dos pilotos de Toro Rosso se muestra muy inferior a su compañero, se le despedirá como si fuera "unos Sebastien Bourdais o Scott Speed cualesquiera", y Ricciardo pasará a pilotar del modo en que lo hizo Alguersuari cuando debutó a mediados de temporada hace año y medio. Quizá el problema real para este segundo caso es que Buemi y Alguersuari tienen unas prestaciones muy parejas, el suizo mejor a una vuelta, el español mejor a tandas largas, pero en general se compensan.
Así que la presión este año va a ser brutal para los pilotos de Toro Rosso. Veremos quién la aguanta mejor. ¿Y qué hay del coche? Pues el nuevo STR6 pinta muy bien. Giorgio Ascanelli ha estado al mando del equipo que ha diseñado el segundo Toro Rosso completamente original tras la prohibición de utilizar "fotocopias" de Red Bull. El nuevo coche presenta una de las revoluciones de ingeniería de esta temporada: unos pontones levantados por encima del chasis y que no se apoyan en el fondo plano, de manera que el hueco generado actúa como un doble fondo plano, creando un canal que dirige el aire hacia la parte posterior. ¿Y funciona? Pues parece que sí: Los Toro Rosso se han mostrado muy rápidos esta pretemporada, especialmente en los últimos ensayos, hasta el punto de que algunos han llegado a considerar a Toro Rosso como "los tapados" para este año. No creo que realmente sea así, aunque el coche tiene realmente buena pinta.
Así pues, si bien el anodino STR5 presentó batalla sólo para intentar ser claramente mejor que los tres equipos nuevos, y poco más, el año pasado, este año 2011, si las cosas funcionan y se evoluciona el monoplaza de modo adecuado, Alguersuari y Buemi deberían estar en disposición de puntuar en al menos la primera docena de carreras de la temporada (es tradición en Toro Rosso no evolucionar tanto sus coches como lo suele hacer la competencia, y es comprensible al ser un equipo filial de otro que se juega el Campeonato, y al que debe ir destinada la mayor parte del dinero de Mateschitz), y de luchar por entrar en la Q3 los sábados, y de conseguirlo ocasionalmente.
Tras un "soso" 2010 en que el equipo obtuvo 13 puntos, finalizando 9º, este año el equipo se ha presentado afirmando que su objetivo es la 8ª plaza. Un objetivo que puede parecer muy poca cosa. Pero la 8ª posición del año pasado la obtuvo Sauber con 44 puntos, así que Toro Rosso tiene que estar en disposición de cuadruplicar sus puntos del año anterior y de luchar de tú a tú con Williams, Sauber y Force India, lo cual tampoco es moco de pavo.
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